jueves, 2 de enero de 2014

LITERATURÍN TE ANIMA A LEER.



Literaturín nos mostro esos primeros pasos, pasos indecisos y a menudo difíciles, pasos guiados para lograr que los peques se acerquen a la educación literaria. De la mano de Literaturín pudimos contemplar las grandes ventajas que la lectura te ofrece, entendimos que no se ha de trabajar de igual manera la lectura de libros infantiles y de textos seleccionados, observamos las diferencias existentes entre literatura, paraliteratura y subliteratura, nos mostro algunas ideas para crear buenos lectores…
Sin embargo no debemos detenernos ahí, debemos seguir avanzando. Cuando invitamos a un niño a leer, le estamos invitando a sentir, a inferir, a soñar, a empatizar…incluso le estamos animando a comprender la realidad de esos personajes como posible camino de su autoconocimiento.  Solo si entendemos la lectura como necesidad para el desarrollo personal, como momento único de evasión de la realidad, como dosis perfecta de conocimientos placenteros y vocacionales…solo así seremos conscientes de la gran importancia que tiene tanto la educación literaria como la animación lectora con la que se encuentra tan íntimamente relacionada. 
 
Es necesario entender este vínculo para poder contemplar la urgente necesidad de abordar ambos temas de manera conjunta si deseamos evitar que tanto los peques como los que ya no lo son tanto, se alejen de la lectura por nuestra mala labor tanto como docentes, padres, amigos… De todos depende entender la lectura como esa imperiosa necesidad vital que solo se consigue a través de la práctica continuada.

Podemos destacar tres momentos decisivos en la vida lectora, tres momentos que con frecuencia terminan frustrando a los futuros lectores y que de manera inevitable provocan la pérdida total del deseo lector.

Ese deseo lector que suele surgir alrededor de la cama cuando leemos en voz alta un cuento a nuestros peques que atónitos nos piden que le sigamos contando más sobre esas palabras que aún no pueden descodificar pero que sin embargo ya les parecen mágicas. Palabras que están vivas, palabras que muestran realidades, palabras que les llevan a lugares lejanos, palabras que les permiten conocer. Y es que los más pequeños cuando comienzan a leer, ansían por encima de todo seguir leyendo. Es tal el descubrimiento que no paran de señalar todos los carteles que encuentran a su paso para contar al mundo entero que ya saben leer. 

Pero si el niño se ve presionado a la hora de leer, ve como su mal aprendizaje le impide disfrutar de textos hasta el momento desconocidos… se siente abrumado y desmotivado como para lograr desear disfrutar de lo que antes doraba, esas bonitas lecturas que le hacían soñar.

También es frecuente que los adultos nos olvidemos de leer cuentos a los niños cuando estos ya saben leer. Damos por hecho que ya no es necesaria nuestra lectura y les privamos de esos momentos tan mágicos. Por si fuera poco les obligamos a realizar fichas de lectura como única comprobación de si han leído o no el libro que se les ha mandado. Pasamos de disfrutar a aborrecer, de un acto voluntario a uno obligatorio. Ya poco queda entonces del deseo lector.

El último momento decisivo es la llegada a institutos, universidades… donde el comentario de texto surge como única vía literaria para conocer textos de manera objetiva, eliminando cualquier destello de creatividad innata en ese niño que ya ha perdido la ilusión de leer por el simple hecho de disfrutar, de conocer, de imaginar…

Por ello debemos fomentar la animación lectora con las premisas de devolver la emoción, la ilusión, el entusiasmo, el DESEO LECTOR.

Yo personalmente he podido observar como en ocasiones se manda a los niños que lean libros alejados de sus intereses, muchas veces sin ser ni tan siquiera conscientes. Para lograr que los niños quieran leer y descubrir la historia encerrada entre sus páginas, debemos primeramente elegir un libro basándonos en sus gustos y preferencias, y no en las nuestras propias.  Sin embargo también suele ocurrir que aun teniendo en cuenta estos aspectos, el libro no termine de encariñar al niño, no le permita traspasar su portada e ir más allá. 

Entonces… ¿Cómo podemos animarlos a leer?, ¿cómo podemos conseguir que deseen leer cualquier tipo de libro?, y lo que quizás pueda resultar más complicado ¿Cómo podemos lograr que disfruten, comprendan y reflexionen sobre libros concretos?

Son muchas las vías posibles para lograr despertar el gusanillo lector de los niños. Ellos mismos, sin ir más lejos, son grandes motivadores y su opinión suele ser muy valiosa para los demás pequeños lectores. Es frecuente que sean los mismos niños los que animen a sus compañeros a leer aquellos libros que tanto les ha gustado. Para este tipo de animación podemos emplear distintas actividades o simplemente dejar que sea el boca a boca el que actué.  ¿Quién no se ha leído alguna vez un libro simplemente porque otra persona nos lo ha recomendado? Este medio es un gran mecanismo para captar lectores, sin embargo no debemos forzar estas actividades con libros  de lectura obligatoria sino que ha de fomentarse con libros de lectura libre y voluntaria donde solo entra el juego el disfrute personal sin más.

El top 10 de lectura, es una actividad genial para animar a leer aquellos libros que nos han parecido interesantes y deseamos compartir con los demás. Igual que existe un top 10 con las mejores películas, algo influyente en nuestras decisiones a la hora de ir al cine, podemos elaborar nuestra lista lectora con esos libros que nos han gustado, que nos han apasionado… Todos los meses cada niño seleccionara su propia recomendación lectora, de entre todas y por votación saldrán las diez favoritas que formaran parte de tan honorable lista. Además cada niño puede acompañar su elección con un eslogan, un cartel publicitario, unas pequeñas palabras de recomendación… algo que sin duda conseguirá atraer aún más la atención de los curiosos lectores.

El encuentro con escritores así como la semana del libro son también unos perfectos detonantes en la animación lectora. Compartir un libro con su autor es un momento mágico que permite conectar con el libro y con la persona que de viva voz te introduce en su magnífico mundo de hadas, de travesuras, de viajes imposibles…

Existen distintas maneras de animación lectora, no solo de manera general sino de manera más concreta. Podemos animar a leer, pero también podemos como docentes fomentar la lectura de un libro en concreto. 

Aquí entran en juego aquellas actividades que propuestas antes, durante o después de la lectura de ese libro en concreto, logran que el niño sea capaz de comprender, disfrutar y reflexionar, alcanzando una interpretación subjetiva que le permita desarrollar el placer de leer en su estado más puro.

No buscamos una compresión basada en ejercitar la memoria tanto a corto como largo plazo, no esa comprensión que solemos buscar cuando trabajamos con textos seleccionados. Es una comprensión a partir de la interiorización,  a partir del deseo por entender, por conocer, por imaginar… por LEER.

Podemos descubrir como un mismo libro no es comprendido ni disfrutado de igual manera cuando lo leen los niños de manera individual y sin ayuda ninguna, el niño solo frente al libro, a cuando esa lectura es guiada a través de actividades que acompañar al niño durante toda la lectura. 

Solamente debemos fijarnos en las conclusiones que un niño saca de ese libro, escuchar su crítica con total atención y sobre todo no olvidar que para que no pierdan el gusto por la lectura, la lectura ha de ser de su gusto. 

Cuando pedí a algunos de los alumnos de sexto de primaria donde realice mis prácticas que se leyeran “Barro de Medellín” me sorprendió observar cómo, a pesar de estar totalmente convencida de que les encantaría por el exhausto análisis que realice previamente, el libro no logro despertar nada en el interior de estos lectores. No sacaron ninguna reflexión, no comprendieron la realidad social que el libro escondía ni mucho menos el mensaje impregnado entre sus páginas.

Con seguridad proponer algunas actividades de carácter lúdico antes, durante y después de la lectura conquistaría a estos lectores logrando favorecer esa comprensión necesaria para acercar, vivir, sentir y dejar huella en ellos. Actividades donde comprender significa INTERPRETAR lo leído a partir de unos conocimientos, unas intenciones y unas expectativas intelectuales y/o afectivas (Moreno, 2003)

Con las actividades que se plantean antes de empezar la lectura de un libro en concreto, se pretende un acercamiento al autor, a la obra, a los temas que se desarrollaran durante la historia… Permite que el niño imagine, investigue, prediga sobre acontecimientos y personajes. Es la mejor manera de invitar a los niños a la lectura.

Aunque parezca algo contradictorio, pues las actividades durante la lectura se plantean para animar a leer cuando ya se está leyendo un libro, son actividades imprescindibles para lograr que la lectura sea un éxito. No debemos abandonar a los lectores a su suerte, debemos emplear actividades que durante la lectura permitan recordar, inferir, interpretar, relacionar…  nunca han de ser actividades por escrito que el alumno asocie con obligación. Se han de llevar a cabo de manera distendida y de manera creativa.

Por último cuando ya hemos terminado de leer, debemos sentarnos, pensar y comentar. Debemos reflexionar e interpretar lo leído. Es muy importante hacer una puesta en común donde todos podamos compartir la huella emocional, si la hubiese, que el libro nos ha dejado. Se trata de exprimir el jugo de esa lectura, un jugo tan distinto y variado como lectores haya tenido.

¿Y cuando ya hemos terminado estas actividades? ¿Ya no hay más? 

El camino aún sigue y es que una consecuencia lógica de leer es el deseo de crear. Estas actividades que a menudo no suelen ser consideradas como parte de la animación lectora, es la manera perfecta de plasmar su experiencia lectora y lo que la lectura le sugiere. El buen lector termina deseando escribir. No frenemos esa creatividad, fomentémoslo con distintas actividades que permitan su desarrollo. Inventar otros finales, escribir una segunda parte de esa misma historia hablando por ejemplo de cómo sería la vida de sus personajes diez años después, hacer una interpretación libre del título… son solo algunas ideas

Estos manuales de animación a la lectura pueden resultar realmente útiles tanto por las explicaciones, como por los consejos e ideas que presentan relacionadas con las distintas actividades de animación lectora, bien sea de manera general o para un libro en concreto.


http://www.lybsevilla.org/files/LINEA1/Recur/176_ACTIVIDADES_DE_ANIMACIN_A_LA_LECTURA.pdf

Otras webs recomendables que nos pueden servir como un magnífico apoyo docente a la hora de animara a leer a nuestros alumnos:

http://www.slideshare.net/amalba/propuestas-de-actividades-para-trabajar-la-animacin-a-presentation



NO DEBEMOS OLVIDAR

"La animación a la lectura es un acto consciente para producir un acercamiento afectivo o intelectual a un libro concreto de forma que esta experiencia produzca un acercamiento al mundo de los libros como algo divertido."(Carmen Olivares) 

"La animación a la lectura es una actividad que se propone el acercamiento del niño al libro de una forma creativa, lúdica, placentera."(Carmen Domech).

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