Hagamos
un flash-back de nuestra vida, ¿Quién no recuerda a su madre, padre, abuelo,
tío…. sentado en la cama leyéndonos un cuento antes de dormir? Durante nuestros primeros años de vida la
literatura, en la mayoría de los casos, ha estado muy presente en nuestras
vidas. Y a medida que íbamos creciendo ella también lo hacía al mismo ritmo,
adaptándose a nuestras características evolutivas, a nuestros gustos,
motivaciones e intereses personales… para así lograr una perfecta armonía entre
libro y lector. De nada serviría invitar a leer una novela de amor a un niño de
6 años cuando aún no reconoce la relación entre diversos hechos y los sentimientos
que estos despiertan.
Por
ello es especialmente relevante tener en cuenta la edad del lector si
pretendemos que la lectura le llegue de manera adecuada, le atrape y siempre
ame y entienda la literatura como la gran posibilidad de evadirse de la
realidad y soñar con los ojos abiertos
Como
olvidar esos cuentos que dejaban a tu imaginación volar a un mundo de hadas,
príncipes y piratas. Correr mil aventuras en busca del tesoro escondido, sentir
que todo es posible con solo imaginarlo, que el protagonista y tu sois solo
uno… sin duda son preciosos recuerdos
todos tenemos y que en determinados momentos anhelamos.
Pero
no toda la literatura persigue el mismo fin y el objetivo principal del texto puede
ser totalmente distinto según la intención del autor.
La
literatura como tal ha de ser arte en su estado más puro, se crea con el único
fin de evocar a la imaginación, entretener y permitir que el lector disfrute de
la lectura e incluso saque sus propias conclusiones y/o reflexiones. Sin
embargo hay otras obras que se crean con el fin de enseñar, de llevar al niño a
un aprendizaje generalmente moral y ético, mostrando un trasfondo puramente
pedagógico. Son las denominadas obras paraliterarias.
Si pensamos en los inicios de la literatura infantil, la gran mayoria eran textos didácticos, abecedarios, obras con personajes planos donde eran premiados o castigados tan solo teniendo en cuenta sus valores morales y éticos. Poco a poco el concepto de literatura fue evolucionando y los textos ya no eran creados solo para enseñar o mostrar realidades, eran creados para entretener, para imaginar.
Este artículo nos ofrece un viaje por la literatura infantil para poder conocer sus inicios y contemplar su evolución hasta buestra actualidad
http://www.uprb.edu/profesor/mrocio/edpe3317/articulos/http___www.alipso.com_impresion_impresion.php_ruta=http___www.alipso.pdf
Si pensamos en los inicios de la literatura infantil, la gran mayoria eran textos didácticos, abecedarios, obras con personajes planos donde eran premiados o castigados tan solo teniendo en cuenta sus valores morales y éticos. Poco a poco el concepto de literatura fue evolucionando y los textos ya no eran creados solo para enseñar o mostrar realidades, eran creados para entretener, para imaginar.
Este artículo nos ofrece un viaje por la literatura infantil para poder conocer sus inicios y contemplar su evolución hasta buestra actualidad
http://www.uprb.edu/profesor/mrocio/edpe3317/articulos/http___www.alipso.com_impresion_impresion.php_ruta=http___www.alipso.pdf
Diferenciar literatura y paraliteratura a menudo es un arduo trabajo,
separadas únicamente por una línea a veces demasiado fina nos puede llevar a
engaños. Si pretendemos catalogar un libro como literario o paraliterario únicamente
basándonos en si esconde o no una enseñanza, con total seguridad nos sería muy difícil
y terminaríamos errando con nuestra decisión. De todo se puede aprender o lo
que es lo mismo todo en la vida enseña, pero si se pretende juzgar a los
personajes y llevar al lector a una única respuesta, eso sin duda es
paraliteratura.
Quien
no ha leído alguna vez una fábula y después la ha aplicado en su vida diaria
como ejemplos de lo que es bueno o no, de lo que se debe o no hacer…desde un
punto de vista moralizador. En seguida una fábula viene a mi memoria, y es que…
¿quién no recuerda la historia de la hormiga y la cigarra? En muchas ocasiones
nos habremos sentido identificados con uno u otro personaje dependiendo de
nuestra propia actitud en determinados momentos. Personalmente siempre he sido
una amante de las fábulas, me parecía del más entretenido poder sacar una moraleja
al finalizar mi lectura. Sin embargo nunca me había planteado que en realidad
no pertenecían al género literario pues la intención de enseñar está más que explícita
en ellas.
Por
el contrario y a pesar de que personalmente haya sido una fiel seguidora del
género paraliterario sin tan siquiera ser consciente de ello, creo que es muy
importante dar paso a una experiencia artística real donde el niño encuentre un
montón de aventuras y vivencias de la mano de un protagonista con el que
compartir esas anécdotas, ayudando de manera indirecta a aumentar el marco de referencia
del lector.
Es
y debe ser siempre muy importante presentar la literatura infantil, tanto dentro
del aula como en casa, como un abanico de posibilidades que ofrecer al niño que
se adentra en el maravilloso mundo de la lectura. Presentarlo como una tarea
obligatoria es uno de los principales errores que se suelen cometer dentro del
aula y que en muchos casos terminan alejando al niño de la lectura para
siempre.
Es
nuestra labor como futuros docentes invitar a la lectura de manera indirecta,
dejar que sea el niño el que se acerque al libro que el desee únicamente porque
le haya llamado la atención y permitirle que experimente las magníficas sensaciones
que la lectura le ofrece. Es en ese momento, cuando la curiosidad ya ha
llamado a su puerta, cuando detener la lectura ya parece imposible porque
se ha adentrado en un mundo de fantasía
donde todo puede ser posible, cuando debemos actuar. Pero únicamente como
simples conectores de la lectura con la realidad para ayudar a favorecer la
compresión lectora que le facilitara posteriores lecturas y permitirá que su
amor por la lectura vaya en aumento.
Con
ello no quiero decir que sea necesario hacer una ficha de lectura, algo que el
niño ya ha relacionado con aburrimiento y obligación, lo cual terminara por alejarlo de las
lecturas solo por no pasar por el trance final al que queda expuesto. Hay maneras
más distendidas que favorecen esa comprensión necesaria y al mismo tiempo
incentivan la iniciativa de leer. Una
puesta en común dentro del aula, es una de las mejores apuestas según mi propia
opinión y vivencia personal. Poder sacar tus propias interpretaciones y
compartirlas con el resto de la clase puede resultar motivador a la vez que entretenido.
Además al ser una tarea colaborativa, todos aprendemos de todos, favorecemos la
comprensión y expresión oral y mejoramos
la integración dentro del grupo-aula. Todos ponemos nuestro granito de arena
para comentar, compartir y transmitir nuestras propias interpretaciones del
texto.
La
lectura además de servir de puro entretenimientos como antes he mencionado,
también favorece el plano personal y madurativo del niño dependiendo del género
literario que se escoja para su lectura.
Los cuentos y
novelas
favorecen a través del niño protagonista la interiorización del yo, la
inserción social y el desarrollo lingüístico.
La poesía ofrece al niño un juego
artístico, le permite que sea su propia imaginación creadora la que interprete
y recree lo que lee incluso puede llegar a inventar nuevas formas. Si bien es
cierto que la poesía es uno de los género que menos aplicamos al aula, algo que
sin duda influye en la vena artística y
la formación estética del niño, impidiendo que su desarrollo sea el más
adecuado posible.
Una
posible aplicación de la poesía al aula es: “Reconstrucción
de una poesía”. Dicha actividad consta de distintas
1. Búsqueda de información sobre la vida del aula
2. Búsqueda de vocabulario que pueda resultar difícil para practicar antes de la lectura
3. Lectura de la poesía en voz alta, sacando las posibles interpretaciones entre todos.
4. Reconstrucción de una nueva poesía diferente a la mostrada. Con ello se fomenta la creatividad y se mejora la expresión escrita.
1. Búsqueda de información sobre la vida del aula
2. Búsqueda de vocabulario que pueda resultar difícil para practicar antes de la lectura
3. Lectura de la poesía en voz alta, sacando las posibles interpretaciones entre todos.
4. Reconstrucción de una nueva poesía diferente a la mostrada. Con ello se fomenta la creatividad y se mejora la expresión escrita.
Personalmente
he puesto en práctica dentro del aula dicha actividad, siendo consciente de la
gran implicación que la mayoría de los niños mostraron con ella, así como la
gran creatividad que en algunos casos se pudo mostrar. Considero que es una
buena forma de intentar acercar a los niños al género literario con mayor
sensibilidad estética que existe para invitarles a continuar su gusto por la
imaginación poética.
El teatro, por otro lado, se suele
aplicar más dentro del aula. Y es que aunque su lectura sea más difícil que la
prosa y la versión subjetiva que muestra suela dificultar la comprensión, se
suele utilizar como puro espectáculo dando lugar a una actividad cooperativa
que nos permite desinhibirnos y jugar a ser alguien totalmente diferente a nosotros
mismos.
Según
mi experiencia el teatro es esencial para fomentar habilidades y desarrollar diversas
competencias de una manera coherente y motivadora.
Creo que es necesario, al
igual que existen talleres de lectura, los taller de dramatización que acerquen
al niño a dicho género de manera que le permita experimentar en sí mismo las
grandes ventajas que este ofrece.
El teatro mejora el lenguaje, la comprensión y
especialmente la expresión. Con el teatro se amplía el vocabulario, se mejora
la vocalización. Impulsa a los niños más tímidos a ir perdiendo poco a poco ese
miedo a relacionarse con los demás o a hablar en público y a aceptarse a sí
mismo, por lo tanto se está propiciando a una buena socialización, autoestima y
autonomía personal. Además enfatiza la cooperación y el trabajo en equipo y les
hace sentir que forman parte de un grupo de iguales. La dramatización influye
positivamente en la expresión corporal y gestual haciéndoles conocedores de las
partes de su cuerpo. Creo que no hay
dudas que interfieran en lo que sin duda para mí es un perfecto material que
usar en distintos ámbitos.
Acertar con el género elegido es uno de los
primeros pasos sino queremos que la literatura sea la gran desconocida de
nuestros niños, pero no debemos olvidar la gran importancia que tiene tanto el
formato como el contenido del mismo.
Un
libro debe ser atractivo tanto por dentro como por fuera para así invitarnos a
su lectura. Una correcta elección del género, un tema central acorde con los intereses del lector, unos
protagonistas que se asemejen en edad y momento evolutiva al niño, una tipografía
acorde con la edad de los destinatarios…. Todo ello puede hacer que la lectura
deje de ser la gran desconocida para muchos de nuestros niños para convertirse
en la gran amada.
En las siguientes páginas webs podrás encontrar información sobre los beneficios de la literatura de manera general y de sus géneros de mánera más concreta:
http://www2.fe.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd7247.pdf
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http://www2.fe.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd7247.pdf
Ahora está perfecto.
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